Cómo tener éxito como líderes
Es muchísimo lo que se podría decir tocante a la tremenda capacidad de liderazgo del Salvador, mucho más de lo que podría expresarse en un discurso o en un libro, pero al menos quisiera señalar algunos de los atributos y aptitudes que El tan perfectamente demostró. Estas mismas aptitudes resultan importantes para nosotros si es que deseamos tener éxito perdurable como líderes.
Principios inalterables
La confianza que recibió Jesús de saber quién era y por qué estaba en este planeta le permitió ser un líder fuerte y seguro de sí, y no uno débil y vacilante.
Jesús se guiaba por principios o verdades ya establecidos en vez de simplemente inventar nuevas normas a medida que se necesitaran; por lo tanto, guiaba de forma constante y correcta. Muchos de los líderes civiles de la actualidad son como los camaleones, pues cambian su punto de vista para que vaya de acuerdo con la situación, lo cual sólo tiende a confundir a sus compañeros y a sus seguidores, ya que no pueden saber a ciencia cierta qué rumbo se está siguiendo. Quienes procuran el poder a expensas de los principios a menudo terminan por hacer casi cualquier cosa a fin de perpetuarlo.
Recordarán que Jesús repetidamente dijo: “Ven sígueme”, como si estuviera diciendo: “Haz lo que yo hago”, en vez de decir solamente “Haz lo que yo digo”. Su inteligencia innata le hubiera permitido hacer cosas asombrosas, pero si lo hubiera hecho, habría dejado a sus seguidores muy atrás. El prefería caminar y obrar junto con aquellos a quienes tenía por misión servir. Prefería guiar a sus seguidores estando cerca de ellos. No temía las amistades estrechas ni tampoco que la proximidad desilusionara a sus discípulos. La levadura del verdadero liderazgo no puede levantar a nadie a menos que acompañemos y sirvamos a aquellos a quienes dirigimos.
Jesús se mantuvo virtuoso y así, cuando quienes le rodeaban estaban tan cerca de El que podían tocar el borde de su manto, el poder de la virtud manaba de El. (Véase Marcos 5:24-34.)
